Romina Uhrig volvió a la casa de Gran Hermano y apuntó contra Furia

El popular reality show Gran Hermano se encontró en medio de una crisis de limpieza y organización, hasta que intervino Romina Uhrig. La exdiputada, conocida por su habilidad para mantener las provisiones en orden y cocinar para sus compañeros, fue enviada a la casa de Gran Hermano para impartir un curso intensivo de "limpieza y organización" de 48 horas.

"Ustedes no saben el lío que hay ahí, los olores que hay", comentó el presentador Santiago del Moro, refiriéndose al estado de la casa. La llegada de Romina, quien compitió con Alfa Santiago por demostrar quién tenía la mejor forma de organizar y limpiar, fue recibida con entusiasmo y un poco de incredulidad por los demás participantes.

Romina tuvo la oportunidad de dar instrucciones y consejos a los demás participantes sobre cómo mejorar la eficiencia en las tareas domésticas. También tuvo la oportunidad de sumar un par de nominaciones este miércoles, lo que la pone en una posición ventajosa en el juego.

Al llegar a la casa de Gran Hermano, Romina fue recibida con la habitual algarabía de los participantes. Muchos de ellos no podían creer lo que estaban viendo, ya que desde el primer día creían que cuando se abriera la puerta, sería Alfa quien entraría.

Una vez dentro de la casa, Romina anunció a los participantes que se prepararan para cocinar y limpiar. "¡Vamos a cocinar y vamos a limpiar también!", exclamó. "Ahora van a ser mis hijitos", agregó, en referencia al título de "la mamá de la casa" que le había dado Del Moro.

Romina luego se lanzó a abrazar la mesada, exclamando "¡La extrañé!". Después de revisar las alacenas y la heladera, prometió a los participantes que se quedaría "si la ayudan a limpiar".

Además apuntó, a los pocos minutos de ingresar contra Furia, la participante más polémica del reality: "Creo que te ponés esa coraza de mala y sos buena. No sé que te habrá pasado en tu vida, tiene que ver mucho", pronunció la exdiputada, y la joven contestó: "Si me venis a atacar me defiendo. Después se ponen a llorar, se ponen a temblar, van al confesionario a decir que les quiero pegar".

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